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Siete Pasos - Paso 3

Actualizado: 27 dic 2019



En el Paso 2 descubrimos varias características de la subconsciencia. En este Paso 3 exploraremos con más detalle tres conceptos vitales para entender y poner en práctica exitosamente los Siete Pasos: docilidad, sugestión y orden.



La subconsciencia es siempre dócil al control por sugestión|

La palabra dócil significa suave, manso, apacible, fácil de conducir o enseñar; sujeto a la autoridad, obediente o tratable. Utilizamos este término para indicar que la subconsciencia siempre estará sujeta a su autoridad, a aquello que usted piense e indique. La principal característica de la subconsciencia es que es extremadamente sumisa; es decir, fácilmente dirigida; así que todo aquello que haga sucederá con naturalidad.


La subconsciencia es siempre fácil de ser manejada

Si conocemos la manera correcta de hacerlo, nunca se resistirá a nuestros esfuerzos; no nos pondrá obstáculos para manejarla e incluso no opondrá resistencia alguna para controlarla.


Ventaja y desventaja

Precisamente por esa docilidad a veces parece no tan sencillo de manejar; más bien pareciera que la subconsciencia es incluso terca. ¿Por qué pasa esto? Porque si pensamos que la subconsciencia siempre opone resistencia ante todo aquello que le indicamos, responderá a nuestra sugestión inmediatamente y así será hasta que le demos una contrasugestión clara y bien definida.


Los propósitos conscientes son los que limitan y definen los poderes.

Debemos siempre tener en cuenta el carácter dócil de la subconsciencia. Justo por ello la subconsciencia no puede dirigirse a sí misma, cuanto menos a nosotros. Entonces somos nosotros los que debemos controlar su fuerza; es decir, ejercer influencia sobre ella, acotarla, dirigirla y restringirla para que actúe conforme con aquello que deseamos que se manifieste.


Subconsciencia descontrolada = locura

Si permitimos que la subconsciencia actúe libremente, sin dirección alguna, impulsivamente; sólo obtendremos cosas alejadas del éxito, de la salud y de la felicidad que tanto deseamos manifestar.


Control ≠ interferencia

Controlar no significa en modo alguno interferir. Sólo requerimos dar la instrucción clara y precisa para permitirle a la subconsciencia llevar a cabo su trabajo libremente con todos los recursos de los que dispone. Lo más profundo de nuestra mentalidad sabe qué hacer, así que no necesitamos indicarle cómo llevar a cabo su trabajo (porque además, tampoco lo sabemos), pero sí necesitamos indicarle qué hacer.


Es como si un empresario es dueño de un restaurante. Aunque es muy bueno en la administración, no sabe cocinar; por lo tanto, contrata a un chef para que se encargue de elaborar las recetas que conformarán el menú. Sería absurdo que el dueño pretendiera decirle al chef la cantidad de ingredientes que debe añadir para elaborar un platillo. Él no es el experto, el chef sí. El chef sabe en dónde adquirir los ingredientes, cómo mezclarlos, con qué se pueden sustituir algunos ingredientes (si fuera el caso) y cómo llevar a cabo la preparación para obtener el resultado deseado. Así que la función del dueño no es meterse en el trabajo del chef, sino sólo indicarle qué es lo que desea. Así mismo es el manejo de la subconsciencia.

Si lo que nos interesa es tener salud, podemos expresar esa intención con contundencia y claridad, más no sabríamos cómo decirle a cada célula del cuerpo que se comportara para obtener lo que deseamos. La subconsciencia sí lo sabe, lo ha hecho desde que nacimos y continúa haciéndolo todos los días. Ella sabe cómo construir el cuerpo; entonces dejémosle hacerlo. Terminaremos nuestra intervención cuando hayamos formulado nuestra meta claramente.


Dudar = fracasar

Es necesario considerar este aspecto con mucha atención. La subconsciencia recibe la impresión y actúa. Recuerde que la subconsciencia es dócil al pensamiento. Por ello es muy importante expresar siempre perfecta confianza en la subconsciencia y sus poderes.


Manifestar temor y duda, de alguna manera, actúa en contra de nuestros propósitos. Querer que las cosas se manifiesten de inmediato y preocuparme continuamente por ello, no creer en que la subconsciencia tiene la capacidad de manifestar aquello que deseo de forma completa y correcta, tener ansiedad y cualquier otra manifestación que indique desconfianza, provocará que la subconsciencia, en lugar de manifestar aquello que deseamos, nos lleve a manifestar lo que realmente le indicamos con nuestra actitud: problemas, fracasos y situaciones desagradables.


Una de las formas más comunes de manifestar esta duda es invertir demasiado tiempo en repetir la sugestión a nuestra subconsciencia. Estar obsesionado con repetir nuestra intención 24 horas al día sólo nos alejará de aquello que queremos. La subconsciencia nos dejará evidencia clara de que lo que recibió fue una impresión de temor e inseguridad.


¿Cómo desvanecer la duda?

La confianza plena es indispensable para el éxito. Cuando exprese su intención hágalo como si diera una orden (de hecho, es así). Haga sus demandas con la completa certeza de que serán realizadas hasta el más mínimo detalle, completa y eficazmente. Recuerde siempre que la subconsciencia está a su disposición y lista para materializar aquello que usted le indique.


Sugestión, no órdenes directas

Todo aquello que hacemos, interpretamos y pensamos deja una huella en la subconsciencia. Y la forma más efectiva de hacer esto es a través de la sugestión. Los únicos estados en los que la subconsciencia recibe órdenes directas es bajo estados hipnóticos o mesméricos; de otra forma no.


Una sugerencia es la expresión de una intención de forma sutil e indirecta. Es una insinuación. Y ésta es la clave para que funcione efectivamente: La subconsciencia responde más prontamente a aquello que está implícito que a lo que se afirma, establece u ordena explícitamente.


El razonamiento subconsciente es deductivo

Y esto es natural. Tenemos la capacidad de elaborar insinuaciones y llegar a conclusiones lógicas. Por ello, para que la subconsciencia comience a actuar, no es necesario darle órdenes, sino sólo sugerir lo que deseamos, insinuarlo. La subconsciencia con su capacidad deductiva nos dará una respuesta. Si la insinuación está bien dirigida, tendremos justo aquello que pedimos. Hacer esto es una arte, un arte que se desarrolla con la práctica.


No forzar

La sabiduría popular dice: "a fuerza ni los zapatos entran". Es justo así con la subconsciencia. Lo importante es aprender a expresarle clara (y a la vez sutilmente) a la subconsciencia nuestra intención. La responsabilidad de la dirección correcta es enteramente nuestra. La subconsciencia siempre responderá. Sólo es necesario seguir el proceso correcto (aquí indicado) y practicar, practicar, practicar.


Haga lo que ya hace, pero consciente y eficientemente

No estamos descubriendo el hilo negro. Toda su vida usted ha ejercido control sobre su subconsciencia, lo haya sabido o no, y lo ha hecho a través de la sugestión. Los resultados agradables y desagradables, constructivos y destructivos que ha obtenido los ha generado usted mismo.


Si usted no ha obtenido lo que teóricamente deseaba, es porque sus formas habituales de pensamiento, imaginación, palabra y acto se sobrepusieron a sus afirmaciones y órdenes. Recuerde que una imagen vale más que mil palabras, y las acciones son más poderosas aún.


Sus afirmaciones deben estar acompañadas de pensamientos y actos congruentes que acompañen a sus sugestiones. Si busco salud pero no procuro absolutamente nada de aquello que me lo brinda como alimento lo más sano posible, actividad física, etc., mi subconsciencia no recibe la impresión de que quiero estar saludable; al contrario, y por lo tanto, manifestará aquello que es más fuerte que mi intención manifestada en un enunciado: recibirá la impresión de mis acciones. De hecho eso es como mentirse a sí mismo. Si digo una cosa y hago otra totalmente opuesta, la acción tiene más influencia que la palabra.


Éxito y orden son sinónimos.

Vivir en desorden es una fuerte insinuación de fracaso enviada hacia su subconsciencia. El orden es primordial para atraer el éxito. Procúrelo de la forma más eficiente posible. Si constantemente ve desorden en el ambiente que le rodea es imposible que su subconsciencia se enfoque en lo que desea obtener puesto que está expuesta constantemente a la energía contraria.


La subconsciencia siempre obedece a la sugestión predominante.

Si en todo momento expreso pensamientos negativos, me comporto de forma negligente y además soy desordenado, los conceptos de éxito, salud y felicidad no se manifestarán. Lo que pensamos, decimos o hacemos durante el día proporciona el volumen de impresiones recibidas por la subconsciencia. Es un conjunto: es necesario tener alguna consideración por nuestros cuerpos, estar atentos a lo que expresamos verbalmente y finalmente observar nuestros pensamientos.


El cuerpo es nuestro principal instrumento, ya que todo lo que realizamos debe ser hecho a través de él. No es necesario llevar a cabo procesos complicados, sólo procure nutrir su cuerpo con alimento, agua, aire y luz; esto constituye la insinuación más poderosa y efectiva para que la subconsciencia manifieste un cuerpo sano, teniendo así el material óptimo para los siguientes pasos. Observe después su entorno, iniciando por lo que sea más cercano; por ejemplo, revise su ropa, vea si está limpia y bien cuidada. Luego revise su habitación y, si no está limpia y ordenada, dedíquele tiempo a esto; luego extienda esto a toda su casa. Verá que en poco tiempo, se siente diferente y sus resultados son mejores. Incluso si el espacio que tiene no es suyo y tiene "limitaciones", haga lo que sí puede hacer y enfóquese en ello. Los detalles de los cuales es personalmente responsable deben mantenerse en perfecto orden.


Si sigue estas reglas dará a su subconsciencia la más poderosa clase de sugestión de éxito.

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