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Principios de diagnóstico y tratamiento de acupuntura


DIAGNÓSTICO:

El diagnóstico clásico consiste en cuatro etapas (SU, CHEN):


WANG (inspección)


Consiste en la observación del paciente poniendo atención a detalles como la coloración de la tez, la morfología e incluso la actitud. Se busca una correspondencia de cada uno de los detalles observados con los 5 elementos.


WEN (audición)


Esto es fundamental en el diagnóstico. Se debe escuchar al paciente; y no sólo escuchar las palabras que pronuncia, sino las características de su voz y de su respiración. Aunado a lo anterior, es muy importante percibir también el olor emanado del paciente. Dichas características se comparan con las características asignadas a cada uno de los cinco elementos.


WAN (interrogación)


Se basa propiamente en la descripción que hace el enfermo de su padecimiento. Una vez que se ha identificado cuál es el probable meridiano afectado, es conveniente verificar si tiene otros síntomas correspondientes al mismo (aunque el paciente no los haya mencionado directamente). También es importante preguntar a los familiares acerca del comportamiento del paciente y de sus relaciones en general.


ZIE (palpación)


Consiste en palpar las zonas afectadas y verificar si su estado es Yin o Yang. Así mismo, existen zonas de palpación asociadas a determinados órganos; pero la cumbre del diagnostico chino es la palpación de los pulsos MO FA (arte de tomar el pulso). Consiste en palpar y apreciar el pulso en la arteria radial, sobre tres puntos diferentes, a dos profundidades, obteniendo así 12 pulsos en ambas muñecas, cada uno correspondiendo a uno de los canales de la Gran Circulación de la Energía.



REGLAS PARA EL TRATAMIENTO

Para entender las reglas de los tratamientos de acupuntura, necesitamos tener claras las Cinco Fases de los Cinco Elementos. Dichos conceptos nos permiten entender la lógica para colocar agujas en determinados puntos.


Como principios generales, tenemos los siguientes:


La tonificación de la madre, tonifica al hijo

Por ejemplo, si deseamos tonificar el meridiano de corazón que es del elemento fuego, tonificaremos la madre, es decir el hígado, elemento madera. En una publicación anterior, compartimos unas tablas en donde se especifican los puntos de los meridianos za energéticos del cuerpo. En dichas tablas se especifican la naturaleza de dichos puntos y otras características importantes (consultar las tablas). En dichas tablas, podemos ver que el elemento madera del meridiano del corazón esta en el punto 9C y que se trata justamente del punto de tonificación de corazón. Es así como localizamos los puntos que es necesario tonificar. Siempre que se requiera tonificar un meridiano, será necesario tonificarlo a través del punto que corresponda al elemento que le da origen.



La sedación del hijo, seda a la madre


Por ejemplo, si queremos sedar el corazón; sedaremos al hijo, bazo-páncreas, elemento tierra. El cuadro nos dice que el elemento tierra esta representado por el punto 7C, que es precisamente el punto de sedación del corazón.



La tonificación del elemento dominante produce la sedación del elemento dominado y

la sedación del elemento dominante, en cambio, provoca la tonificación del dominado.


Por ejemplo, el elemento que domina al corazón (fuego), es el riñón (agua); el cuadro nos dice que el agua esta representado por el punto 3C. Este punto mostrará un efecto ambivalente, será tonificante o sedante según lo tonifiquemos o sedemos.



Se tonifica un órgano tonificando el punto director del órgano que lo precede, es decir la madre.

Por ejemplo, para tonificar el corazón, tonificaremos el punto 1H que es el punto director de la madre del corazón. Ver en las tablas.



Se seda un órgano sedando el punto director del órgano que le sigue, es decir del hijo.

Por ejemplo, sedamos el corazón, sedando el punto 3BP, que es el director del hijo del corazón. Ver en las tablas.

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